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Son desechos de animales y partes de vegetales que, por procesos naturales, de oxidación,
descomposición y mineralización se convierten en compuestos que
resultan nutritivos para las
plantas. Se incorporan a los suelos con el propósito de mejorar sus características químicas,
físicas y biológicas, aportando nutrientes e incrementando la actividad microbiana.
Estiércol
Es uno de los más económicos. Se puede comprar u obtener a partir de los desechos de animales. Las heces tienen un alto porcentaje de nitrógeno y pueden ser incorporados directamente al suelo, una vez que están secas y sin olor.
Humus de lombriz
Es uno de los mejores abonos que podemos añadir a las plantas. Se puede producir de lombrices californianas, que se alimentan fundamentalmente de estiércol, aunque también de otros compuestos orgánicos.
Té de banana
Es recomendable aplicar en la época de floración, que es precisamente cuando más potasio precisa la planta.
Granos de café
Una excelente alternativa para usar los desechos del café. Actúa como fuente de nitrógeno para el suelo, además de ser rico en antioxidantes.
[NOVEDAD] Actualmente el uso de fertilizantes orgánicos está aumentando debido a la demanda de alimentos orgánicos y sanos para el consumo humano. Además, los fertilizantes orgánicos son amigables y con el ecosistema y el medio ambiente.